domingo, 22 de febrero de 2015

Prólogo

     -No fue fácil escabullirme de todos aquellos hombres dados de la mismísima maldad del rey de los fuegos, pero al fin logré salir de prisión haciéndome pasar por un cadáver. Fui lanzado vivo a mi suerte a una fosa donde yacían cuerpos sin vida de disidentes políticos, degenerados y gitanos; donde se enterraban todos los que en vida habían tenido la desgracia de ser diferentes en una sociedad de pretendida igualdad. Allí conviví con aquellos cuerpos durante tres largos días sin poder hacer la más mínima señal de vida, creyendo ser una roca, tan frío e inmóvil. Recuerdo que una supuesta fuga en prisión me dio la bendita oportunidad de poder huir del foso y lanzarme a este lugar que desconozco. Era una noche estrellada, ¿sabe? Creí ver el paraíso. Aquella noche...¿cómo lo diría?Fue mágica. Después de correr lo que mis frágiles pies me permitieron, llegué hasta este edificio, y me permití la libertad de dormir en su felpudo. Disculpe mi atrevimiento.

     -Y entonces, ¿cuál es su nombre?

     -Perdón por no haberme presentado antes, mi nombre es Ángel, Ángel Moreda.

     -No se preocupe, yo le acogeré en mi humilde vivienda. Sus complicaciones terminarán aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario